viernes, 31 de octubre de 2014

El color I

Tuvimos que hacer un ejercicio sobre el color y presentarlo a la clase.

El ejercicio constaba de 10 apartados:
1. Definición
2. Cómo funciona, limitaciones.
3. Nomenclatura dentro de la gama.
4. Artistas que lo emplean.
5. En la naturaleza.
6. En otras culturas.
7. Simbología.
8. Este color en literatura, cine, música.
9. En la gastronomía.
10. Un trabajo creativo.

Las presentaciones, muy interesantes todas.
Qué he aprendido:
Los colores se asocian a sensaciones y emociones sin una conexión clara. La conexión es tal vez metafórica, atávica, o quizás cultural, aprendida, no sé. A partir de estas conexiones los colores cobran naturaleza simbólica. En la mayoría de los casos, estos símbolos acaban por acartonarse, convertirse en clichés. Cómo luchar contra esto.
En nuestro caso, a Mercedes y a mí nos tocó el color verde. A través del visionado de muchas obras de diferentes artistas que han usado el verde de forma predominante hemos ido comprendiendo el diálogo implícito entre el artista y este color. 
En mi caso, el verde evoca lo contrario a lo que normalmente le asociamos: la esperanza, el equilibrio espiritual, la fertilidad, la naturaleza, etc. A partir de las vanguardias históricas, el verde se empezó a utilizar para pintar rostros y expresar así la degradación de todo lo humano. Desde entonces, el verde ha pasado a tener un "lado oscuro" que me interesa explorar:

  • De la esperanza a la desesperación.
  • Del equilibrio espiritual a la enfermedad y el alcoholismo.
  • De la fertilidad y la naturaleza al moho y la putrefacción.

El célebre "Café nocturno" donde el tapete verde en el centro de la composición nos remite a "un lugar donde se podrían cometer los más terribles pecados".

El hombre enfermo de amor
Una vez más Grosz usa el verde para la caricatura social y la denuncia política
La musa del alcoholismo es verde, como la absenta. Así la representa el pintor alemán Viktor Oliva.
Otto Dix, un uso muy expresivo del verde. De nuevo, denuncia social y alienación. Si antes los únicos que tenían la piel verde eran las figuras fantásticas de la ciencia ficción, ahora parece que los aliens somos nosotros.
Otra vez Dix. En este caso es el retrato de una monja.
Otro café terrible, pero ya no de Van Gogh sino de Hopper. Lleva el significativo título de "The nighthawks", los halcones de la noche. En este caso el verde circunscribe a los personajes a un espacio de agresiva soledad, una imagen típicamente americana.

 Yo también he querido usar el verde para evocar un sentimiento de dependencia, soledad, desamparo. Primero hice el boceto en acuarela, después pasé al acrílico.










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